lunes, 25 de marzo de 2013

Ciao Roma!

La actualidad es una llave que abre el cofre de la memoria. Los recuerdos se deslizan por las calles del histórico Trastevere, se rinden en San Pedro ante La Piedad, dibujan la silueta del Castillo de Sant Angelo, destilan arte en los Museos Vaticanos y acarician cada Fontana y cada Piazza... Bienvenidos a Roma.
 
Esta urbe majestuosa requiere enciclopedias para explicar tanta riqueza, por eso esta entrada es un breve saludo de invitación para continuar en posteriores entregas, una piccola visita a modo de aperitivo para compartir, más que unas Vacaciones en Roma o una dedicatoria A Roma con amor. Si gustáis...


Cuando tiré la moneda a la fuente, de espaldas, con los ojos cerrados, atesorando un deseo, supe con seguridad que quería volver. La Fontana de Trevi no era aquel estanque nocturno en el que chapoteaba una diosa de Fellini en La dolce vita, sino un ágora bulliciosa para ciudadanos del mundo donde no importaba la procedencia, sólo las ganas de viajar.

La magia renacentista se diluyó cuando un joven amigo escritor cogió mi mano para recorrer juntos las calles que llevaban a la morada de los poetas románticos. "Ven, quiero que conozcas mi casa", decía, y nuestros amigos nos seguían divertidos, haciendo nuestro el espíritu de los Shelley, Keats y Lord Byron. El paseo concluyó a los pies de la gran escalinata de la Plaza de España -curiosamente, uno de los mejores lugares del mundo para sentarse a cantar sevillanas- junto a La Barcaccia. Bajo la atenta mirada de los campanarios de la Santísima Trinidad saboreamos sus huellas literarias.



Si queréis programar vuestra propia ruta podéis consultar aquí. Ciao!
 

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